Existimos mientras alguien nos recuerda y no somos nada sin ello. El recuerdo de lo que somos, lo que fuimos y lo que seremos nos mantiene vivos y nos permite aunque sea con un leve roce, alcanzar la felicidad. Pero para que haya recuerdo antes debe haber habido vida, algo que contar y dejar como legado. De eso se trata, de hacer que cada día sea el último, aprovechando cada oportunidad y haciendo cada momento único. Puede sonar tópico, pero de eso están llenas las moralejas…durante siglos el ser humano ha sido un ser incomprendido al que continuamente se le han dado lecciones de vida, se le ha dicho cómo actuar y cómo sobreponerse ante las adversidades. Y sí, me gustan los tópicos, no me canso de ver, leer y escuchar historias plagadas de moralejas que te hacen reflexionar y ser consciente de quien eres. Somos débiles y nuestro cerebro se enfría con facilidad, es recomendable que haya alguien que de vez en cuando te recuerde lo importante que es vivir el momento. Una vez más el cine es una herramienta magnífica para recordar.