Madre (Darren Aronofsky, 2017) nos muestra una visión del mundo devastadora, donde la locura, la destrucción y el sin sentido cobran protagonismo. Aronofsky nos provoca una tremenda perturbación mental con su nueva película y nos deja congelados ante lo que parece ser su visión del mundo.
¿Habéis tenido la oportunidad de verla? ¿Os ha sorprendido, alucinado o simplemente la habéis desterrado al cajón del olvido?
Madre es de esas películas que dejan huella para bien o para mal. Las dos caras de la moneda están claras en esta cinta y no hay lugar a dobles tintas, o te encanta o la odias. Darren Aronofsky nos tiene acostumbrados con sus películas a hacernos pensar, ir más allá y estrujarnos la cabeza tratando de entender el mensaje que esconde su trabajo. Pero con Madre se ha superado con creces, el grado de sin sentido va en aumento conforme avanza el film. ¿Pero realmente es un sin sentido o esconde una verdad dura y sobrecogedora?
Spoilers: a partir de ahora está bajo vuestra responsabilidad seguir leyendo. Me resulta imposible hablar de Madre sin hacer spoilers, así que ahí lo dejo…
Connotaciones bíblicas
Seguro que muchos de vosotros habéis terminado de verla y habéis sentido que algo esconde, una verdad que no habéis sabido apreciar. La figura de la Biblia os ronda por la cabeza pero no sabéis terminar de identificar el mensaje. Tranquilos, no sois tontos, sois normales. Solo un grado de inteligencia superior te puede hacer ver la verdad que esconde Madre. Solo si eres Top la habrás podido apreciar… para el resto de los mortales nos queda Google, para instruirnos y terminar el visionado de la película como toca, entendiéndola.
Las connotaciones bíblicas están por todas partes, sobre todo en la primera parte de la película:
- Javier Bardem como el DIOS que todo lo ve. Bajo su control y en sus dominios está la creación y sus ínfulas de grandeza le hacen obsesivo. Ama ser escuchado, seguido, admirado y esconde un punto de egoísmo con el que pretende ser el rey todo poderoso.
- Jennifer Lawrence actúa como la MADRE NATURALEZA. La que todo lo sufre y bajo la que todo se desmorona. Busca la tranquilidad y soledad de su inmensidad. Sentirse protegida por su creador (Javier Bardem) le produce serenidad y sensación de bienestar. La humanidad le sobra, le molesta y sabe de sobra que será la que acabe con ella. Todos la admiran por su gran labor, pero no la respetan, ni la toman en serie.
Tanto Bardem como Lawrence rozan la perfección en sus interpretaciones y de ellos no se puede decir nada malo. El reto es de peso y han sabido estar a la altura.
La destrucción del Planeta a debate
Otra de las preguntas que nos presenta Madre a lo largo de su segunda parte es, ¿qué estamos haciendo con nuestro Planeta? La contaminación, las guerras, la propia avaricia de la humanidad están acabando con todo. Destruyendo y arrasando con nuestro hogar.
Durante el film observamos como la degradación va en aumento por momentos. El personaje de Lawrence asiste atónita a un sin fin de acontecimientos que van generándole rechazo, asombro y tristeza a partes igual.
De las cenizas de la destrucción nace un nuevo comienzo y el ciclo se repite, con la figura del creador como principio de todo.
Y así te quedas, medio loco después de investigar y descubrir el mensaje que esconde Aronofsky en su película. Mensaje potente y profundo, con el que el espectador debe digerir lo visualizado, asimilarlo y ya entonces decidir si estamos ante una buena o mala película.
¡Bienvenido al paraíso del cinéfilo! 