Campeones (Javier Fesser, 2018) nos da una lección de vida. De cada personaje aprendemos algo, nos enamoramos y reímos a carcajadas con sus ocurrencias. Su mensaje cala hondo, te hace reflexionar sobre el término «normal». ¿Quiénes lo son? ¿Quiénes deciden cuando se pierde esa normalidad y se pasa a un «grado inferior»? Gracias a este grupo de CAMPEONES por darnos un golpe de realidad, de modestia y admiración.
La discapacidad de los capaces
La nueva película de Javier Fesser nos regala diversión y mucha concienciación. Gracias a su historia nos adentramos en un mundo desconocido para muchos y tabú para muchos otros.
Fesser pone sobre la mesa una realidad que nos negamos a ver, una realidad a la que no le damos voz y acallamos para evitar sentir. Porque si la miramos a los ojos nos despertará sentimiento que no estamos preparados para afrontar, sentimientos que nos harán reflexionar sobre lo que de verdad importa, sobre lo superfluo de nuestros males. Nos hará entender y sobrecogernos por nuestra terrible ignorancia.
Gracias al cineasta madrileño la discapacidad deja de ser un tabú social y nos demuestra la capacidad inmata de un grupo de luchadores que nos desmontan nuestros esquemas y nos provocan una gran admiración, y porque no un tanto de verguenza por creernos, tanto solo un momento, superiores a ellos.
Gutiérrez al mando
El peso de los Campeones de Javier Fesser recae en el gran Javier Gutiérrez. Grande no de tamaño pero sí de alma, su potencia como actor abruma y convierte en éxito todo lo que toca.
En esta ocasión le ha tocado estar al mando de un grupo de discapacitados a los que tiene que entrenar y enseñar a jugar al Baloncesto. Su personaje es Marco, un entrenador de Basket venido a menos y un tanto perdido en la vida. Un error le lleva a encontrarse con ellos y lo que en un principio parecía un castigo, un mal sueño… se acaba convirtiendo en el mejor regalo. Regalo de vida, regalo de autenticidad y fuerza.
«Tengo un hijo con una discapacidad, y siento como una agresión la mirada compasiva hacia las personas con discapacidad. Es muy incómodo y creo que tiene que ver con la ignorancia y el miedo, por eso películas como esta son muy necesarias, también para concienciar y educar. Creo que Campeones debería ser de visionado obligado en los colegios».
Mención especial para ese grupo de monstruos que nos dan una lección a todos, grupo de luchadores que día a día sonríe y afronta la vida con alegría, ilusión y motivación. Todo un ejemplo que no debemos olvidar y del que debemos aprender.
Gracias a Campeones por visibilizar una realidad de muchos capaces de comerse el mundo.
¡Bienvenido al paraíso del cinéfilo! 