El mundo ha cambiado, já!
Por desgracia ha cambiado bien poco…guerras movidas por el fanatismo, luchas de poder, persecución y aniquilación de lo diferente. La ventana al mundo del siglo XXI guarda cierto paralelismo con la del siglo IV d.c.
La religión sigue siendo un arma con la que luchar. Tal y como refleja Amenábar en su película, lo que antiguamente eran piedras hoy son bombas. La defensa de los ideales es lícita siempre y cuando no dañes a terceros, el problema está en considerar que esas personas se merecen tu respeto.