Bajo del mar

Porque las historias de amor las merecemos todos, ¿por qué no iba a poder un especimen enamorarse de una humana? La fantasía, la irrealidad y lo imposible vuelven de la mano de Guillermo del Toro.

La forma del agua (2017) está ambientada en los años 60, años difíciles y cuya protagonista era la Guerra Fría entre los EE.UU y la Unión Soviética. Guillermo del Toro nos sumerge en una historia cuyos protaginistas son atípicos y para nada cumplen con los estereotipos de las historias de amor.

Su trama es original, atrayente y simpática. El espectador asiste a un espectáculo de emociones y ternura, no faltando pequeñas perlas de humor que aportan a la trama cierta ligereza.

Mordiendo el agua

Un bicho con forma de pez «humano» recién cazado en el Amazonas, es trasladado a un laboratorio de EE.UU y allí conoce a una humana peculiar y muda, con la que entabla una amistad que termina en romance acuático.

Dicho así suena cuanto apenas curioso, te pica la curiosidad saber más y descubrir la fantasía que hay detrás. Y de eso se trata de fantasear, dejarse llevar e imaginar lo imposible.

Guillermo del Toro es de esos directores que sorprende, disfruta apostando por la originalidad de sus películas y no deja al espectador indiferente. Con La forma del agua lo ha vuelto a hacer y solo por eso merece un reconocimiento.

Y el Oscar es para…

Con 13 nominaciones a sus espaldas La forma del agua parte como favorita en la ceremonia de los Oscar del próximo 4 de marzo.

Mejor Película, Mejor Director, Sally Hawkins como Mejor Actriz, Richard Jenkins Mejor Actor Secundario, Octavia Spencer Mejor Actriz Secundaria, Mejor Guión Original, Mejor Fotografía, Mejor Sonido, Mejores Efectos Sonoros, Mejor Diseño de Producción, Mejor Vestuario, Mejor Banda Sonora y Mejor Montaje. Alguno de todos estos serán suyos, ¿pero cuáles? Habrá que esperar a la madrugada del domingo para descubrirlo.

Personalmente considero que está sobrevalorada, La forma del agua es una película que se podría resumir en tres palabras: fantasía, originalidad y entretenimiento. Pero de ahí a ser una película que pase a la historia del cine, pues va a ser que no. Con todos mis respetos a sus creadores, artífices de una buena película, pero no peliculón.

A todo esto debemos sumarle la polémica surgida estos últimos días. La sombra de plagio acecha a Guillermo del Toro, tras las acusaciones del hijo del ganador del Pulitzer Paul Zindel, señala una de las obras de su padre como fuente principal de inspiración de la nominada obra del mexicano. Veremos que credibilidad le da la Academia a estas acusaciones.